Noche
Suerte de tus manos dulcísimas
y de tus ojos noche abriéndose infinitos
suerte de la nota fresca de tu lengua
y del compás de tu pecho
suerte de mi aliento
cuando tembloroso regresa de tu boca
a posarse en la piel que te dedico.
Si vuelvo
el cuerpo a tu cuerpo colmena
mi vientre
-meteorólogo infame-
a mi tiempo le predice tus ausencias