domingo, mayo 20, 2007

Noche

Suerte de tus manos dulcísimas

y de tus ojos noche abriéndose infinitos

suerte de la nota fresca de tu lengua

y del compás de tu pecho



suerte de mi aliento

cuando tembloroso regresa de tu boca

a posarse en la piel que te dedico.


Si vuelvo

el cuerpo a tu cuerpo colmena

mi vientre

-meteorólogo infame-

a mi tiempo le predice tus ausencias