Lo que sí: II : 4/8
No vuelvas,
que mi silencio sea
tu última morada
y que en cada habitación
tu propia voz calle.
Sean martirio
sus paredes en blanco,
tan lejanas de ti
que no te contengan
y su único pasillo
laberinto sin noche
en el que los ecos de tus pasos se pierdan.
Que no tengan ocasos
tus jardines incoloros,
que las hojas de menta
se extravíen antes de tocar tu lengua.
Hoy es presa de ti, y mi olvido se piensa flor de naranjo, pétalo de nardo.